Se le puede considerar como el precursor de un pensamiento posmoderno, o sea: más allá de la modernidad; una etapa que algunos filósofos anuncian proclamando el fin de la modernidad, donde se señala que nuestra cultura se ha puesto en contra de la razón y se cuestiona la creencia en una verdad objetiva, universal, ya que a realidad ha sido aprisionada por los medios de comunicación, que la componen y recomponen, desfigurándola.
Nietzsche proclamará la muerte de Dios que significa, asimismo, la muerte de la razón y de la metafísica. La necesidad de Dios, de lo absoluto ya no es tan importante en la ciencia del hombre moderno, Dios ha muerto porque los hombres lo han matado, y ésta es la premisa del rescate de una nueva época, de una transformación del género humano que concluirá con lo que Nietzsche designa como el advenimiento del superhombre, del hombre nuevo que está más allá del bien y del mal.
La Ilustración, etapa emblemática de la modernidad proclamaba a la razón como motor de la historia. Sin embargo, para Nietzsche lo verdaderamente real es el instinto. "Todos nuestros motivos conscientes son fenómenos superficiales: detrás de ellos se desarrolla la lucha de nuestros instintos y de nuestros estados: la lucha por el poder".
Etapas Filosóficas de Nietzsche
1. En un primer periodo de carácter romántico tiene la influencia de Arthur Schopenhauer y Richard Wagner.
2. En una segunda etapa se aleja del ideal romántico para perfilarse como un investigador y conductor de la cultura humana.
3. En su última etapa de pensamiento surge su obra magistral: Así hablaba Zaratustra (1883). Es en esta etapa de su producción filosófica y literaria donde el filósofo alemán anuncia un nuevo ideal de la existencia humana encarnada en el superhombre, así como una transmutación o cambio radical de todos los valores generalmente aceptados.
Nihilismo
El nihilismo, del latín nihil que significa "nada" alude a una doctrina que declara que nada posee una existencia real. Nietzsche ve signos de este en la metafísica, en la moral y en la religión cristiana de su tiempo que revela síntomas de decadencia.
Este surge con el fracaso de todo sentido, de que no hay verdad ni cualidades absolutas de las cosas.
Nietzsche denomina "nihilismo estático" a aquel en el que los antiguos sentidos de la religión, la fe, la felicidad, la filosofía, la sabiduría, etc., ya no tienen significado porque todo se supera, envejece, agoniza y finalmente muere. Dicho nihilismo, se traduce en una voluntad decadente e impotente que ha perdido todo impulso de vida. Esto significa que niega la vida como pluralidad, devenir y contradicción.
El nihilismo se expresa en la fatiga de la voluntad de poder, en la que se exalta a los débiles y desamparados, en la que la compasión, la misericordia, la resignación y el sacrificio se convierten en valores máximos en detrimento del surgimiento de un hombre nuevo, del superhombre depositario de genuinos valores como la fortaleza, los impulsos vitales y la voluntad de dominio. Es decir, significa la devaluación de los valores supremos que se han tomado como principios del actuar del ser humano. Por lo tanto, los valores supremos universales que daban un sentido y fundamento al mundo y al actuar humano, han perdido su valor.
El Superhombre
El superhombre recuperará la grandeza perdida, la debilidad, la decadencia. Se trata del hombre superior que domine y aniquile al inferior, porque los débiles deben perecer.
Se caracteriza por la falta de compasión, la fuerza, el gusto por la acción, el combate y la guerra, el desprecio por los débiles.
Este, sólo surgirá cuando prescinda absolutamente de la creencia en Dios, de sus prescriptores morales y de ideas ultraterrenas.
Por tanto, el nihilismo será superado solamente cuando surja este nuevo hombre superior: "yo predico al superhombre; el hombre es algo que debe ser superado. Vosotros, ¿qué habéis hecho para superarle? Escuchad, y os diré lo que es el superhombre: el superhombre es el sentido de la Tierra. Que vuestra libertad diga: sea el superhombre el sentido de la Tierra".
La Transmutación de los Valores
"Aquel que haya de ser un creador en el bien y en el mal, en verdad debe
comenzar por ser un destructor y romper los valores pedazos".
La transmutación de los valores significa una inversión de valores donde los valores tradicionales son cambiados por otros que se consideran superiores. La filosofía de él, esta estrechamente expresada en los principios de una nueva valoración, que comprende la subordinación del conocimiento a la necesidad vital, a la formación de una lógica para la vida (vitalismo), a un nuevo criterio de verdad donde el sentimiento de dominio, la negación de lo universal y necesario, la lucha contra lo metafísico y absoluto es lo que realmente vale.
Dicha transmutación implica una destrucción de la filosofía y de su historia. En un lugar de los valores morales aparecen los valores naturales que fomentan la vida.
De acuerdo con esta transmutación, las virtudes cristianas que antes eran paradigmáticas tales como la humildad, la resignación, la obediencia, la abnegación, la caridad, deben ser sustituidos y/o cambiados a favor de la moral del superhombre, es decir, por el orgullo, el poder, la fuerza, el dominio, la valentía, la audacia y todo aquello que fomente o desarrolle la sed de vivir.
El Eterno Retorno
Al hombre terreno le queda aferrarse a esta vida y vivirla como si fuera a repetir una y otra vez por siempre. En efecto según el eterno retorno los momentos vividos y las diversas situaciones se habrán de repetir. Aquí, el hombre encontrará un sentido a su existencia, unas ganas incontenibles de vivir.
El medio para sobrellevar la doctrina del "eterno retorno" es la transmutación de todos los valores. A partir de esta transmutación el eterno retorno tiene una significación adecuada. Sólo por ella puede ser entendido el mundo, ya que en un sentido matafísico como la manifestación de la voluntad de dominio, como la voluntad de dominio misma, como algo que debe repetirse eternamente, como un devenir que no conoce satisfacción, aburrimiento ni fatiga. Creemos que dicho retorno no puede llegar a reemplazar lo que seria la religión, mas bien, iría complementándola.